D'aquí poc començarem a omplir-lo =) Brindis, somriures, art, i totes aquestes coses...
Així que adéu. Adéu i hola. Hola i adéu.
"No és dolcíssim riure dels qui em volen mal?" Atenea
Àiax de Sòfocles
"Triumfar, aquest és entre els homes un déu"Coèfores d'Esquil"Per a la malaltia de l'odi existeix la medicina de les paraules"
"Deixa'm doncs que em,malteixi d'aquest mal, ser boig per excés de bondat és una noble bogeria"
Prometeu encadenat d'Esquil
La idea procedeix del poeta Isidore Ducasse -autodenominat Conde de Lautréamont-, que defineix la bellesa com la trobada fortuita en una taula de dissecció d'una màquina de cosir i un paraigües.
Dit això... Per quan una sessió surrealista amb te, encens i cadàvers exquisits? =D
Què opineu?
"La vida es algo demasiado serio como para con ella hacer literatura" (Antonio Marichalar)
Me parece que voy a tener que llorar porque esta madrugada una farola de gas asesinó mi bicicleta.
...En este tiempo aún palpitante, poblado de víctimas en busca de sacrificio, por no saber qué hacer del ser y de la vida, por vértigo del tiempo, por espanto de ese "tienes frente a ti toda la vida" -que al adolescente angustiado se le repite- desconociendo que es eso justamente lo que le espanta: tener frente a sí toda la vida, toda como una esfera compacta, inaccesible como un absoluto del vivir instante a instante.
María Zambrano, La tumba de Antígona.
Antígona, en verdad, no se suicidó en su tumba, según Sófocles,
incurriendo en un inevitable error, nos cuenta. Mas ¿podía Antígona darse la
muerte, ella que no había dispuesto nunca de su vida?
- Què és?
- Per a què serveix?
huérfano, na.
Érase una vez una persona de corta edad llamada Caperucita Roja que vivía con su madre en la linde de un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque ello representa un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad. Además, su abuela no estaba enferma; antes bien, gozaba de completa salud física y mental y era perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que era.
Así, Caperucita Roja cogió su cesta y emprendió el camino a través del bosque. Muchas personas creían que el bosque era un lugar siniestro y peligroso, por lo que jamás se aventuraban en él. Caperucita Roja, por el contrario, poseía la suficiente confianza en su incipiente sexualidad como para evitar verse intimidada por una imaginería tan obviamente freudiana. De camino a casa de su abuela, Caperucita Roja se vio abordada por un lobo que le preguntó qué llevaba en la cesta.
-Un saludable tentempié para mi abuela quien, sin duda alguna, es perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que es -respondió.
-No sé si sabes, querida -dijo el lobo-, que es peligroso para una niña pequeña recorrer sola estos bosques.
Respondió Caperucita:
-Encuentro esa observación sexista y en extremo insultante, pero haré caso omiso de ella debido a tu tradicional condición de proscrito social y a la perspectiva existencial -en tu caso propia y globalmente válida- que la angustia que tal condición te produce te ha llevado a desarrollar. Y ahora, si me perdonas, debo continuar mi camino.
Caperucita Roja enfiló nuevamente el sendero. Pero el lobo, liberado por su condición de segregado social de esa esclava dependencia del pensamiento lineal tan propia de Occidente, conocía una ruta más rápida para llegar a casa de la abuela.
Tras irrumpir bruscamente en ella, devoró a la anciana, adoptando con ello una línea de conducta completamente válida para cualquier carnívoro.
A continuación, inmune a las rígidas nociones tradicionales de lo masculino y lo femenino, se puso el camisón de la abuela y se acurrucó en el lecho.
Caperucita Roja entró en la cabaña y dijo:
-Abuela, te he traído algunas chucherías bajas en calorías y en sodio en reconocimiento a tu papel de sabia y generosa matriarca.
-Acércate más, criatura, para que pueda verte -dijo suavemente el lobo desde el lecho.
-¡Oh! -repuso Caperucita-. Había olvidado que visualmente eres tan limitada como un topo.
-Pero, abuela, ¡qué ojos tan grandes tienes!
-Han visto mucho y han perdonado mucho, querida.
-Y, abuela, ¡qué nariz tan grande tienes!... relativamente hablando, claro está, y su modo indudablemente atractiva.
-Ha olido mucho y ha perdonado mucho, querida.
-Y... ¡abuela, qué dientes tan grandes tienes!
Respondió el lobo:
-Soy feliz de ser quien soy y lo que soy -y, saltando de la cama, aferró a Caperucita Roja con sus garras, dispuesto a devorarla.
Caperucita gritó; no como resultado de la aparente tendencia del lobo hacia el travestismo, sino por la deliberada invasión que había realizado de su espacio personal.
Sus gritos llegaron a oídos de un operario de la industria maderera (o técnicos en combustibles vegetales, como él mismo prefería considerarse) que pasaba por allí.
Al entrar en la cabaña, advirtió el revuelo y trató de intervenir. Pero apenas había alzado su hacha cuando tanto el lobo como Caperucita Roja se detuvieron simultáneamente.
-¿Puede saberse con exactitud qué cree usted que está haciendo? -inquirió Caperucita.
El operario maderero parpadeó e intentó responder, pero las palabras no acudían a sus labios.
-¡Se cree acaso que puede irrumpir aquí como un Neandertalense cualquiera y delegar su capacidad de reflexión en el arma que lleva consigo! -prosiguió Caperucita-. ¡Sexista! ¡Racista! ¿Cómo se atreve a dar por hecho que las mujeres y los lobos no son capaces de resolver sus propias diferencias sin la ayuda de un hombre?
Al oír el apasionado discurso de Caperucita, la abuela saltó de la panza del lobo, arrebató el hacha al operario maderero y le cortó la cabeza.
Concluida la odisea, Caperucita, la abuela y el lobo creyeron experimentar cierta afinidad en sus objetivos, decidieron instaurar una forma alternativa de comunidad basada en la cooperación y el respeto mutuos y, juntos, vivieron felices en los bosques para siempre.
Just a perfect day,
Problems all left alone.
Weekenders on our own,
It's such fun.
Just a perfect day,
You make me forget myself.
I thought I was someone else,
Someone good.
Oh it's such a perfect day,
I'm glad I spent it with you.
Oh such a perfect day,
You just keep me hanging on,
You just keep me hanging on.
You're going to reap just what you sow...
~ Lou Reed. ~
Perdoneu que em posi sentimental, però així és més o menys un dia amb vosaltres... =)
You just keep me hanging on...
Sabeu que tenim pendent un pícnic (pique-nique xD), oi? Estovalles de quadres vermells, cistellet ple de menjar deliciós, gespeta... I després de dinar farem sessió de fotos artístiques i pintarem nenúfars. Sí o sí? :)
Un petó, preciosos i precioses! Gaudiu del pont...
Es busca acompanyant (no cal que tingui caché xD) per anar al concert de Rufus Wainwright! Diumenge 4 de novembre a les 21.15 a l'Auditori. És una oportunitat única!!! ;)
Escolteu, escolteu...